21 ene 2011

el corazón más hermoso

Un día un hombre joven se situó en la plaza de un poblado y proclamó que poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. El anuncio sonaba a enorme soberbia, pero una multitud se congregó a su alrededor.
Todos miraron y confirmaron que, en efecto, su corazón era perfecto pues no se observaba ni máculas ni rasguños. Coincidieron en que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Pues bueno... Al verse admirado, el joven sé sintió más orgulloso aun, y con mayor fuerza aseguró poseer el corazón mas hermoso de todo el país. De pronto, un anciano se acercó y le dijo:
–¿Porqué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso como el mío?
Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo. Vieron que latía vigorosamente por la edad del anciano, pero el corazón estaba cubierto de cicatrices. Hasta había zonas donde faltaban trozos que habían sido reemplazados por otros que no correspondían, dejando bordes y aristas irregulares alrededor de cada cicatriz. Es más, había lugares donde faltaban trozos profundos de corazón.
La gente se sobrecogió, pensando: “¿Cómo puede decir que su corazón es más hermoso?”.
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado medio deplorable se echó a reír.
– Debes estar bromeando –dijo –. Comparar tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y huecos.
– Es cierto –respondió el anciano – , tu corazón luce perfecto. Pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz resultó de una persona a la que entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregarlos a cada uno de aquellos a quien he amado. Por su lado, algunos me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto por los otros. Como los fragmentos no son iguales, han quedado bordes irregulares de los que me alegro, porque me recuerdan el amor que he compartido. Hubo otras ocasiones en que entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció nada del suyo a cambio. De eso han quedado los huecos. Muchacho, dar amor es arriesgar, y a pesar del dolor que esas heridas me producen por haberse quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y eso alimenta mi esperanza que de, algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón. ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?
El joven permaneció en silencio, mientras las lagrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón. Luego arrancó un trozo del suyo, ya viejo y maltrecho, y tapó la herida abierta en el del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección por no tratarse de trozos idénticos, así que se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes porque el amor del anciano fluía en su interior.

1 comentario:

  1. Manu: me gusta tu blog. Me gusta tu música. Me alegro de que lo hayas montado así. Un abrazo: Isabel (www.isabelaschauer.com)

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