16 sept 2011

la práctica del deseo

la práctica del deseo
En una ocasión alguien compartió conmigo este descubrimiento tan simple y a la vez tan profundo: Si practico el deso, sufro. ¿ Podría haber algo más simple? Esta enseñanza surgió de la experiencia directa de aquella persona.
Ciertos deseos , como es lógico, son totalmente inocuos. Si tienes deseo de descansar, descansa, y lo mismo vale para comer, hablar, caminar o leer. Pero si tienes el deseo de comer, descansar, hablar, hacer el amor , ser poderoso o iluminarte, y estos deseos son neuróticos y producen dolor, date cuenta de que tienes la oportunidad de parar. Tienes que estar dispuesto a pararte justo en medio del deseo y arder en su fuego sin hacer nada por satisfacerlo.
Puedes tener justificaciones muy elaboradas respecto a por qué es perfectamente adecuado actuar a partir de ese deseo – esta vez, una vez, una última vez- y puedes también, en medio de esas justificaciones, parar. Si no te ofreces una salida, se produce una especie de crucifixión en la que surge una resolución interna que dice: Aunque esto me mate, en este momento no me voy a mover. El no moverse ofrece la posibilidad de descubrir la paz de la rendición, de la resurrección, de la redención. Este descubrimiento permite que la atadura del deseo o del hábito adictivo se debilite de manera natural. En este momento es posible cortar totalmente la adicción, o al menos hacer que pierda fuerza. Así, en la siguiente ocasión en que surge el impulso, sabes que tienes una opción. Sabes que no estás dominado por tus impulsos, por más intensos que sean.
Si actualmente te entregas a satisfacer tus deseos- y la mayoría de la gente lo hace en cierta medida- , has de saber que tienes otra manera de aproximarte a ellos: observar conscientemente cómo estás implicado en cada uno de ellos, y después decir la verdad. La conciencia te permite observar cómo tu mente cede a la adicción y descubrir conscientemente tu verdadera relación con ella. Al menos no volverás a caer en las mismas justificaciones de antes.
Permítete experimentar plenamente tu emoción ante un objeto de deseo. Aunque sepas intelectualmente que te va a llevar por el mismo camino de siempre, es posible que nunca hayas reconocido consciente y completamente tu apego a él. Hay energía en ese apego compulsivo. La pura fuerza del deseo puede producirte un temblor celular. Estate dispuesto a experimentar la totalidad de esa fuerza sin insensibilizarte ni disociarte. Experimenta la quemazón de estar despierto y consciente en una hoguera de deseo.
La realización de un deseo requiere esfuerzo. Hace falta que imagines y pienses en lo que quieres o en lo que has perdido. Tienes que comparar el momento presente con algún momento idealizado del pasado o del futuro. Has de intentar agarrarte a algo, o bien a evitar algo. Es una práctica. ¿ Es tu práctica?
¿ A qué práctica estás dedicando tu vida? Si pones en práctica el deseo, sufres. Comprueba por ti mismo si cuando sufres estás poniendo en práctica el deseo.

Del libro: el diamante en tu bolsillo ( Gangaji)

15 sept 2011

desidentificarme

cuando me desidentifico de lo que me pasa, tenga la cualidad que tenga

puedo verlo , atestigüarlo

estar presente con lo que se manifiesta

observo hay niveles de desidentificación,

a veces tomo distancia de lo que sucede , puedo estar viéndolo mientras me está pasando

pero no tengo la capacidad de transformar la situación

otras veces puedo ver como una situación emerge y empieza a activarse, sin embargo poder

desactivarla y transformarla o canalizarla de una manera más natural y saludable.

de ahí que hay situaciones y momentos en los cuales puedo desidentificarme más fácilmente

otras situaciones y momentos de los cuales me es menos fácil o simplemente no puedo.

Pero quizás una buena parte del tiempo de mi vida la paso identificado con lo que me pasa y

cuando luego de vivir la identificación me doy cuenta de cuan identificado estoy solo me queda

ser todo lo compasivo que pueda conmigo mismo.

9 sept 2011

Yo estaba allí en Roma.. en Plaza Nabona y de repente todo Italia se queda sin luz

Caos en Italia por el mayor apagón de su historia
Se habría originado en la caída de un árbol en Suiza
Publicado en LA NACION. 29 de Septiembre de 2003

Roma.- Tres y veinte de la madrugada. De Norte a Sur, Italia de repente se apaga. La oscuridad es total: los semáforos dejan de funcionar, los transportes se paralizan, hay 30.000 personas atrapadas en subtes y trenes, miles de llamados desesperados a bomberos y policías, los hospitales prenden sus generadores de emergencia, las alarmas antirrobo suenan en forma descontrolada... Es el caos.

Así comenzó ayer el domingo más negro que hayan vivido los italianos. En ese instante, salvo las islas de Cerdeña y Capri, el país se precipitó en las tinieblas y sufrió el mayor apagón de su historia. ¿Un atentado, como pensaron muchos de los cerca de 57 millones de italianos afectados? No, nada de eso.

El apagón de duración récord -sólo muchas horas después el servicio empezó a normalizarse y anoche había sido restablecido en casi todo el país-, que convirtió por un día a Italia, quinta potencia del mundo, en uno de los países más vulnerables del planeta -sin comunicaciones, sin agua, sin cajeros automáticos, sin ascensores, sin computadoras, sin transportes y sin siquiera un café espresso o el tradicional "cornetto" para desayunar-, se debió a una falla que anoche aún nadie sabía explicar con precisión. Todo se originó, al parecer, con la caída de un árbol, en Suiza, sobre una de las torres que conectan a las redes de ese país con las de Italia y Francia, algo increíble en pleno siglo XXI.

Mientras Roma, París y Ginebra se echaban mutuamente la culpa, y hervían las acusaciones cruzadas, este "hecho excepcional" provocó una enésima tormenta política en Italia, con fuertes acusaciones de la oposición, que acusó al gobierno por la supuesta falta de inversiones en el sector.

Y nadie podía olvidar ayer que en agosto, cuando Nueva York sufrió un apagón que puso en vilo a todo el mundo, funcionarios del gobierno de Silvio Berlusconi dijeron que era "absolutamente imposible" que en Italia pasara algo semejante.

Más allá de las polémicas, que seguirán al rojo vivo en los próximos días con la investigación que ordenó el gobierno, el mayor apagón de la historia de Italia, que pudo solucionarse por completo sólo a la noche, fue más "benévolo" en las regiones del Norte.

Estas sólo sufrieron entre dos y cuatro horas la falta de energía, por la mañana temprano, mientras que el gran apagón afectó muchísimo a esta capital y al pobre "mezzogiorno", como se llama aquí al retrasado sur de Italia. Allí, algunas localidades volvieron a la normalidad sólo entrada la noche, y donde la falta de electricidad provocó larguísimos cortes del suministro del agua, y hasta víctimas fatales.

En Apulia, tres ancianas perdieron la vida al caerse de las escaleras en la oscuridad, mientras que otra mujer, de 35 años, murió en Treviso (nordeste) al ser arrollada en un cruce donde el semáforo no funcionaba.

Pero lo peor del domingo más negro de los últimos tiempos para los italianos sucedió en la capital. Roma, en efecto, la noche del sábado protagonizaba "la notte bianca" (la noche blanca), un hiperpublicitado evento copiado de París ("la nuit blanche"), que invitaba en horario nocturno, y hasta entrada la madrugada, a conciertos, museos, teatros y hasta a hacer shopping.

El evento había empezado con gran éxito, ya que un millón de personas inundó las calles del centro histórico, donde, como durante el Año Nuevo 1999-2000, casi no se podía caminar. Pero a las 3.20 de la madrugada, cuando llegó el apagón, todo se convirtió en una pesadilla.

Con gente atrapada en museos, teatros, conciertos y subtes, enseguida se pensó en un atentado. "Sí, yo confieso que me imaginé un ataque de Osama ben Laden... Después de lo de las Torres Gemelas, creo que es normal que estemos todos paranoicos", dijo a LA NACION Francesca, una diseñadora que presenció el homenaje a Federico Fellini que hubo en la Fontana di Trevi, y que tardó 5 horas para volver a su casa, en las afueras de Roma.

Al margen de que llovía, en medio del ruido incesante de sirenas anti-hurto enloquecidas, de ambulancias que iban y venían para hacer frente a los llamados de ancianos con problemas de salud que caían en la cuenta de que sus aparatos "salvavida" eléctricos ya no funcionaban, miles de personas quedaron bloqueadas en la oscuridad.

Con los trenes y colectivos paralizados, medio millón de personas se vio obligada a acampar a la buena de Dios, por la calle, en las estaciones de subtes o en la estación ferroviaria de Termini, que comenzó a funcionar, con grandes retrasos y luego de que 110 trenes quedaron parados por horas, cerca del mediodía. El 80 por ciento de los vuelos que salían del aeropuerto de Fiumicino y de otras estaciones aéreas también sufrió graves demoras.

Bares con velas

Por la mañana, las calles de Roma presentaban un aspecto surrealista. Montañas de basura por todos lados, quioscos sin diarios por culpa del apagón, bares con las persianas semibajas iluminados con velas, en los que sus dueños anunciaban que no, que la máquina del espresso todavía no funcionaba. "Ni siquiera pude ducharme. Lo único bueno fue que mi suegra se quedó bloqueada en el ascensor", contaba a LA NACION Enzo, dueño de un bar cerca de la Piazza di Spagna, que a las 11 seguía sin luz y que, como todo el mundo, contaba su pequeña historia.

"Para mí hay algo que no cierra. Primero Nueva York, después Londres y ahora Roma, justo durante la noche blanca", agregaba Gianfranco, partidario de la teoría conspirativa.

Lo cierto es que, al ver que la electricidad no volvía, los hospitales de la península que habían prendido sus generadores de emergencia comenzaron a verse en problemas para conseguir gasoil, ya que al no haber energía tampoco podía extraerse de los surtidores.

En medio de un país totalmente colapsado, Defensa Civil puso en marcha una unidad de crisis, que incluso comenzó a enviar mensajes SMS a los celulares (en Italia hay más celulares que líneas de teléfonos fijas) que invitaban a "no salir de casa, no ir a las estaciones", y a escuchar radio.

La vieja radio a pilas, en efecto, salvó a la mayoría de los italianos del aislamiento total y llevó a muchos a cuestionar hasta qué punto son modernos todos esos artefactos eléctricos que se han vuelto fundamentales en Occidente. "Me siento como en la guerra", dijo indignado Matteo, un jubilado romano, que al comentar que las empresas de energía eléctrica advirtieron que hoy podría haber nuevos cortes, agregó: "La quinta potencia del mundo no puede irse a dormir con una vela en la mesita de noche".

4 sept 2011

frustración


interesante observar y poderse ver a uno mismo... hoy me dí cuenta de que normalmente en mi vida no me frustro.. no doy espacio para que la frustración se manifieste.. siempre me escapo de ella.

no tengo interés en saber por qué hago esto... o quién es o deja de ser el culpable de ello, simplemente agradezco a la vida el que hoy me haya permitido ver este patrón o pauta de funcionamiento que en mí tiene tanta fuerza y que actúa de la siguiente manera:

- espero o deseo algo, y por la circunstancia que sea eso no se da, o no sucede, en el momento en el que recibo esto, se activa en mí cuerpo la ansiedad , algo sucede que empiezo a estar incómodo conmigo mismo, pero esa incomididad y ansiedad es fruto de que eso que esperaba o deseaba no se dió.., entonces en lugar de sentirme frustrado y quedarme viviendo la frustración..., lo que hago es huír de esa sensación, y los mecanismos que utilizo para esa huída, para no estar con esa ansiedad , con ese malestar o incomodidad, son pues empezar a comer compulsivamente , este mecanismo es el que más se activa , aunque a veces también se pueden activar otros, pero sea cual sea el que se active se activa desde la compulsión y no desde la calma o la quietud. No me permito estar con la frustración, simplemente huyo de ella.

Siento que estará bien para mí si me puedo quedar en esa frustración, vivir esa sensación de malestar, de ansiedad o incomodidad física que se manifiesta cuando empiezo a frustrarme..., el permanecer ahí será un buen aprendizaje.

Doy gracias a la vida por la enseñanza que me ha mostrado en el día de hoy...

Agradezco y pido a la vida que me permita quedarme en la frustración cuando aparezca.. que no escape de ella.., permitirme estar con ella..., acogerla y no huír...


Por favor, Vida, te pido que cada vez que se presente en mí camino la frustración tenga la suficiente presencia para darme cuenta de ello y no huír, no escapar.. quedarme con ella, vivirla y poder estar ahí, observándola como se transforma sin escapar , sin utilizar ninguno de los mecanismos compulsivos que se activan de manera automática.. Te pido Vida que me des la presencia suficiente como para darme cuenta de cuando se activan estos mecanismos que me hacen huír de la frustración pueda verlos y permanecer en ella.

Gracias ...


Gracias por este regalo....