22 may 2012

dana : generosidad

dana es un término de la lenga pali, la hablada por el Buda que significa : generosidad. entiendo la generosidad como una manifestación de gratitud. gratitud a la vida cuando un acto es realmente generoso manifiesta en sí mismo gratitud y entrega. en apariencia un acto objetivo de generosidad puede enmascarar tras de sí distintas causas de por qué hay generosidad en ese acto, en mi caso sólo siento que un acto es realmente fruto de la generosidad cuando hay entrega de mí mismo

20 may 2012

prestando atención : las paramitas

prestar atención a lo que tengo a mi alrededor en este momento ahora estaba buscando un libro para leerme en estos días y de repente emerge : qué buscas en ese libro? que esperas que te aporte? : entretenimiento? otra visión del mundo y de la realidad? la piedra filosofal? Lo que emergió fué: escribe tu libro Y una de las formas que hace tiempo se me había ocurrido para escribir era contar una historia mediante las paramitas ( las 10 virtudes del ser humano según el budismo theravada) , a saber : dana : generosidad. sila : honestidad. khanti: paciencia. panna: sabiduría. viriya: energía metta : amor-amabilidad nekkhama : renuncia adhittana:determinación sacca:sinceridad upekkha:ecuanimidad la idea es empezar escribiendo sobre dana( generosidad) hasta llegar a upekkha (ecuanimidad) en forma de cuentos que tengan significado cada uno en sí mismo y a su vez formen parte de un todo e integrarlas en la vida. a ver que surge y como emerge, que forma toma. gracias

1 may 2012

creencias

las creencias y el conocimiento están muy íntimamente relacionados con el deseo.Tal vez si podemos comprender estos dos puntos, veremos cómo opera el deseo y comprenderemos la naturaleza compleja del mismo. Una de las cosas que a mi parecer la mayoría de nosotros acepta ávidamente y da por sentado es la cuestión de las creencias. Yo no ataco las creencias. Lo que tratamos de hacer es descubrir por qué aceptamos las creencias; y si podemos comprender los motivos, las causas de esa aceptación, quizá podamos no sólo comprender por qué hacemos tal cosa, sino asimismo librarnos de ellas. Uno puede ver cómo las creencias religiosas, políticas , nacionales y de diversos otros tipos, separan a los hombres, cómo crean conflictos, confusión y antagonismo, lo cual es un hecho evidente; y, sin embargo, no estamos dispuestos a renunciar a ellas. Existe el credo hindú, el credo cristiano, el budista, innumerables creencias sectarias y nacionalistas, diversas ideologías políticas, todas en lucha entre sí, todas procurando la conversión de las demás. Con toda claridad podemos ver que las creencias separan a la gente y crean intolerancia, ¿ podemos vivir en este mundo sin creencias? No se trata de cambiar de creencias, ni de sustituír una por otra, sino de estar enteramente libres de todas las creencias , de forma que uno afronte la vida de un modo nuevo a cada minuto. La verdad, después de todo , está en tener capacidad para afrontar todas las cosas de un modo nuevo, de instante en instante, sin la reacción condicionante del pasado, para que no surja ese efecto acumulativo que obra como barrera entre uno mismo y aquello que es. Si reflexionais veréis que el temor es una de las razones para que el deseo acepte una creencia. Porque, si no tuviéramos creencia alguna. ¿ qué nos sucedería? ¿ No nos causaría pavor lo que pudiera ocurrir? Si no tuviéramos ninguna norma de acción basada en una creencia- ya sea en Dios, en el comunismo, en el socialismo, en el imperialismo, en alguna forma religiosa o en algún dogma que nos condicione- nos sentiríamos totalmente perdidos, ¿ no es así? Y esa aceptación de una creencia, la ocultación de ese temor , ¿ no es acaso el miedo de no ser realmente nada, el miedo de estar vacío? Después de todo, una taza sólo es útil cuando está vacía; y una mente repleta de creencias, de dogmas, de afirmaciones y de citas, en realidad no es una mente creativa, y lo único que hace es repetir. Y el huír de ese miedo – de ese miedo al vacío, a la soledad, al estancamiento, a no prosperar, a no triunfar, a no ser algo o alguien- es sin duda una de las razones por las cuales aceptamos las creencias tan ávida y codiciosamente. ¿ No es así? ¿ Podemos comprendernos a nosotros mismos mediante la aceptación de una creencia? Todo lo contrario. Es obvio que una creencia, política o religiosa, impide la propia comprensión. Obra a modo de pantalla, a través de la cual nos observamos a nosotros mismos. ¿ Y podemos observarnos a nosotros mismos sin creencias? Si suprimimos esas creencias- las la muchas creencias que uno tiene- ¿ queda algo para observar? . Si no tenemos creencias con las cuales la mente se haya identificado, entonces la mente, sin identificación alguna, es capaz de observarse a sí misma tal cual es, y ahí , ciertamente , está el comienzo de la propia comprensión. Esta cuestión de la creencia y el conocimiento es en realidad un problema muy interesante. ¡ Cuán extraordinario es el papel que ella desempeña en nuestra vida! ¡ Cuántas creencias tenemos! Ciertamente, cuanto más intelectual , cuanto más culta, cuanto más espiritual- si es que puedo emplear esa palabra-, una persona , menor es su capacidad de comprender. Los salvajes tienen innumerables supersticiones, aun en el mundo moderno. Los más reflexivos, los más despiertos, los más alerta, son tal vez los menos creyentes. Eso es porque la creencia ata, la creencia aisla; y eso lo vemos por todo el mundo, tanto en el mundo económico y político como también en el mundo espiritual. Vosotros creéis que hay Dios, y tal vez yo creo que no hay Dios; vosotros creéis en el control de todo y de todos por el estado, y yo creo en la empresa privada; o vosotros creéis que sólo hay un salvador, y que por su mediación podréis lograr vuestro fin, y yo no lo creo. De manera que vosotros tratáis de imponer vuestras creencias y no las mías. Y , sin embargo , todos hablamos de amor, de paz, de la unidad del género humano, de una sola vida y cosas por el estilo que nada significan en absoluto; porque de hecho la creencia misma es un proceso de aislamiento. Vosotros sois brahmanes y yo no brahmán; vosotros sois cristianos, yo musulmán, y así sucesivamente. Pero habláis de fraternidad y yo también hablo de la misma fraternidad, amor y paz. La realidad de los hechos es que estamos separados y divididos. El hombre que quiere la paz y desea crear un mundo nuevo, un mundo feliz, no puede aislarse con ningún tipo de creencia. ¿ Está claro? Si veis la importancia, la validez y la verdad de todo esto, aunque sólo sea a nivel verbal, dejadlo, ya empezará a surtir efecto. Vemos que donde hay un proceso de deseo en marcha, tiene que existir un proceso de aislamiento por medio de la creencia; porque , evidentemente, vosotros creéis a fin de estar seguros en lo económico, en lo espiritual, y también interiormente. No estoy hablando de la gente que cree por razones económicas, porque se la educa para depender de sus empleos; y por lo tanto ellos serán católicos, hindúes- no importa el nombre- mientras que haya un empleo para ellos. Tampoco discutimos acerca de esas persona que se aferran a una creencia por conveniencia . Tal vez a muchos de vosotros os ocurra otro tanto. Por conveniencia creemos ciertas cosas. Debemos descartar estas razones económicas y examinar esto con más detalle. Observemos a las personas que creen firmemente e algo, sea económico , social o espiritual; lo que hay detrás de todo es el deseo psicológico de estar seguras. ¿ No es así? Luego está el deseo de continuar. Aquí no estamos discutiendo si hay o no continuidad ; sólo discutimos el instinto, el impulso constante que nos lleva a creer. Un hombre de paz, un hombre que realmente quisiera comprender el proceso íntegro de la existencia humana, no puede estar atado por una creencia. ¿ No es cierto? Él ve su deseo en acción como medio para llegar a estar seguro. Por favor, no os vayáis al otro extremo y digáis que yo predico la “ no religión”. Eso no es en absoluto lo que yo sostengo. Lo que yo sostengo es que mientras no comprendamos el proceso del deseo bajo forma de creencia, tiene que haber disputas, tiene que haber conflicto, tiene que haber dolor, y el hombre estará, contra el hombre, lo cual se ve a diario. Así que, si percibo , si me doy cuenta de que este proceso toma la forma de creencia- la cual es expresión de anhelo de seguridad interior- , entonces mi problema no es que yo deba creer esto o aquello, sino que debo liberarme del deseo de estar seguro.¿ Puede la mente estar libre del deseo de seguridad? Ése es el problema,no lo que haya de creerse ni cuánto haya de creerse. Éstas son meras expresiones del anhelo interno de estar psicológicamente seguros de tener seguridad de algo cuando todo es tan inseguro en el mundo? ¿ Puede una mente consciente, puede una personalidad, estar libre del deseo de estar segura? Queremos estar seguros, y por tanto necesitamos la ayuda de nuestro patrimonio, de nuestros bienes y de nuestra familia. Queremos estar seguros internamente, y también espiritualmente, erigiendo muros de creencia, los cuales son un indicio de este anhelo de estar seguros. ¿Podéis vosotros, como individuos, estar libres de este impulso , de este anhelo de seguridad que se expresa en el deseo de creer en algo? Si no estamos libres de todo esto somos una fuente de disputas; no somos centros de paz; no hay amor en nuestro corazón. La creencia destruye, y esto se ve en nuestra vida diaria. ¿Puedo, pues, observarme a mí mismo cuando me hallo atrapado en este proceso del deseo, que se expresa en el apego a una creencia? ¿Puede la mente librarse de él? No se trata de encontrar un sustituto a la creencia, sino de estar enteramente libre de ella. A esto no podéis contestar sí o no, pero indudablemente podéis dar una respuesta si vuesta intención es la de llegar a estar libres de creencias. Entonces llegáis inevitablemente al punto en que buscáis los medios de liberaros del impulso de estar seguros. Obviamente no existe la seguridad interna que continúe tal como os agrada creer. Os gusta creer que hay un Dios que atiende con solicitud vuestras pequeñeces y os dice a quién deberías ver, qué debéis hacer y cómo debiérais hacerlo. Está claro que esto es un modo infantil de pensar sin ninguna madurez. Creéis que el Gran Padre nos está observando a cada uno de nosotros. Eso es un simple proyección de vuestra inclinación personal y, evidentemente, no es la verdad . La verdad debe ser algo completamente diferente. Nuestro siguiente problema es el del conocimiento. ¿ Es necesario el conocimiento para la comprensión de la verdad? Cuando yo digo “ yo sé”, lo que ello indica es que hay conocimiento. ¿ Puede una mente así ser capaz de investigar y buscar lo que es en realidad? Además, ¿ qué sabemos de eso que estamos orgullosos? ¿ Qué es lo que realmente sabemos? Conocemos informaciones; estamos llenos de información y experiencia basada en nuestro condicionamiento, nuestra memoria y nuestras capacidades. Cuando decís “ yo sé”, ¿ qué queréis decir? Cualquier respuesta de lo que conocéis es el reconocimiento de un hecho o de cierta información, o es una experiencia que habéis tenido. La constante acumulación de informaciones, la adquisición de diversas formas de conocimiento, todo eso constituye la afirmación “ yo sé”; y empezáis interpretando lo que habéis leído , según vuestro pasado, vuestro deseo , vuestra experiencia. En vuestro conocimiento de deserrolla un proceso similiar al proceso del deseo. La creencia la sustituímos por el conocimiento. “Yo sé, he tenido experiencias que no pueden refutar; mi experiencia en ésa y en ella confío plenamente”. Éstas son manifestaciones de aquel conocimiento. Mas cuando lo examinéis , lo analicéis y lo observéis de forma más inteligente y cuidosa, veréis que la mísmísima afirmación “ yo sé” es otro muro que os separa de mí. En busca de comodidad y de seguridad os refugiáis detrás de ese muro. Por consiguiente, cuanta más carga de conocimientos tenga la mente, menos capaz será de comprender. No sé si alguna vez habréis pensado en este problema de la adquisición de conocimientos: de si el conocimiento nos ayuda en última instancia a amar, a estar libres de esas cualidades que producen conflicto en nosotros y con nuestro próximo; de si el conocimiento libera a la mente de la ambición. Porque, después de todo, la ambición es una de las cualidades que destruyen la vida de relación, que enfrentan al hombre contra el hombre. Y si queremos vivir en paz unos con otros, la ambición debe terminar totalmente; no sólo la ambición política, económica , social , sino también la ambición más sutil y perniciosa, la ambición espiritual, la de ser algo. ¿ Podrá liberarse la mente de este proceso acumulativoult del conocimiento, de este deseo de saber? Resulta muy interesante observar cómo en nuestra vida ambas cosas, conocimiento y creencia, desempeñan un papel extraordinariamente poderoso. ¡Mirad cómo rendimos culto a los que poseen inmenso conocimiento y erudición! ¿ Comprendéis lo que significa eso? Si queréis hallar algo nuevo, experimentar algo que no sea una proyección de vuestra imaginación, vuestra mente debe de estar libre. ¿ No es cierto? Debe ser capaz de ver algo nuevo. Pero, por desgracia, cada vez que veis algo nuevo, introducís toda la información que ya os es conocida, todos vuestros conocimientos, todos vuestros recuerdos del pasado; es evidente que os volvéis incapaces de observar, incapaces de recibir algo que sea nuevo y no pertenezca a lo viejo.Por favor, no lo generalices inmediatamente . Si yo no sé cómo regresar a mi casa , estaré perdido; si yo no sé manejar una máquina, poco podré hacer. Eso es algo totalmente diferente. Aquí no estamos discutiendo eso. Hablamos acerca del conocimiento que se emplea como medio para la seguridad, para el deseo interno y psicológico de llegar a ser algo. ¿ Qué obtenéis por medio del conocimiento? La autoridad del conocimiento, el peso del conocimiento, el sentido de importancia, de dignidad, el sentido de vitalidad y tantas otras cosas. Un hombre que dice “ yo sé”, “algo existe”, o “ no hay nada” , ha dejado de pensar, de investigar en todo este proceso del deseo. Entonces nuestro problema, tal como yo lo veo, en que estamos atados, oprimidos por la creencia, por el conocimiento; ¿ puede la mente estar libre del ayer y de las creencias que han sido adquiridas a través del proceso de ayer? ¿ Comprendéis la pregunta? ¿ Podemos vosotros y yo, como individuos, vivir en esta sociedad y, sin embargo, estar libres de las creencias en que se ha educado nuestra mente? ¿ Puede la mente estar libre de todo ese conocimiento, de toda esa autoridad? Si leemos las diferentes escrituras y libros religiosos observaremos que allí han descrito con mucho esmero qué se ha de hacer, qué no se ha de hacer, cómo se ha de alcanzar la meta, qué es la meta y qué es Dios. Todos vosotros lo habéis buscado y os lo sabéis de memoria. Ése es vuestro conocimiento, eso es lo que habéis adquirido, ese es lo que habéis aprendido; por ese sendero seguís . Es obvio que lo que buscáis es lo que encontraréis. ¿ Pero es la realidad? ¿ No es la proyección de vuestro propio conocimiento? Eso no es la realidad. ¿ Es posible comprender esto ahora- no mañana, sino ahora- y decir “ veo que es verdad” y no volver a ocuparse más del asunto, para que vuestra mente no se dañe con imaginaciones y proyecciones? ¿ Puede liberarse la mente de la creencia? Sólo podéis estar libres de ella cuando comprendéis la naturaleza interna de las causas que os hacen aferraros a ella; no sólo los móviles conscientes sino también los inconscientes que os hacen creer. Después de todo, no somos sólo entes superficiales que funcionan en el nivel consciente. Podemos descubrir las actividades conscientes e inconscientes más profundas si a la mente inconsciente le dais la oportunidad, porque es mucho más rápida en la respuesta que la mente consciente. Mientras vuestra mente consciente está tranquilamente pensando, escuchando y observando, la mente inconsciente está mucho activa, mucho más alerta y mucho más receptiva; ella, por lo tanto , puede tener una respuesta. ¿Puede la mente que ha sido subyugada, intimidada, forzada, obligada a creer, puede una mente así estar libre para pensar? ¿ Puede observar de un modo nuevo y suprimir el proceso de aislamiento entre vosotros y los otros? No digáis,por favor, que la creencia une a la gente. No la une. Eso es obvio. Ninguna religión organizada lo ha hecho jamás. Observaos a vosotros mismos en vuestro propio país. Todos sois creyentes. ¿ pero hay comunión entre vosotros? ¿ Estáis todos de acuerdo? ¿ Estáis todos unidos? Sabéis bien que no lo estáis. Estáis divididos en muchísimos pequeños e insignificantes partidos y castas. Conocéis las innumerables divisiones. La situación es la misma en todo el mundo- tanto en Oriente como en Occidente- cristianos que destruyen a cristianos, que se asesinan por pequeñeces y mezquindades , que arrojan a la gente a los campos de refugiados, etc; todo el horro de la guerra. De manera que la creencia no une a la gente. Eso está clarísimo. Si eso está tan claro y es verdad, y si lo veis, entonces hay que llegar hasta el fin. Pero la dificultad estriba en que la mayoría de nosotros no vemos aquella sensación interna de estar solos, porque no somos capaces de enfrentarnos con la inseguridad interior. Queremos algo en qué apoyarnos, ya sea el Estado, la casta, el nacionalismo, un maestro, un salvador o lo que sea. Pero cuando vemos que todo eso es falso, entonces la mente es capaz- puede ser sólo durante un segundo – de ver toda la verdad; seguramente al ser demasiado para ella, se volverá atrás. Pero será suficiente con verlo por un momento. Si lo veis durante un fugaz segundo, es suficiente, porque entonces veréis ocurrir algo extraordinario. Lo inconsciente está en acción aunque lo consciente puede rechazarlo. Ese segundo no es acumulativo sino único; y él dará sus propios resultados aun a pesar de que la mente consciente se resista. Así que preguntamos: ¿ puede liberarse la mente de conocimiento y creencias? ¿No son acaso los conocimientos y las creencias lo que forma la estructura de la mente? Conocimientos y creencias son los procesos del reconocimiento, el núcleo de la mente. El proceso es limitador y además consciente e inconsciente. ¿ Puede pues, la mente estar libre de su propia estructura? ¿ Puede la mente dejar de ser? Ése es el problema. La mente, tal como la conocemos, tiene tras de sí la creencia, el deseo, el impulso de estar segura, el conocimiento y la fuerza de la acumulación. Y si,con todo su poder y superioridad, uno no puede pensar por sí mismo, no es posible que haya paz, podréis organizar partidos políticos, podréis gritar desde los tejados de las casas, pero no podréis tener paz; porque en la mente está la base misma que crea la contradicción que aisla y separa. Un hombre de paz, un hombre serio, no puede aislarse y seguir hablando de fraternidad y paz. Eso es sólo un simple juego , político o religioso , una sensación de éxito y ambición. Un hombre que toma esto con verdadera seriedad , que quiere descubrir, debe enfrentarse con el problema del conocimiento y la creencia; tiene que ir tras él y descubrir todo el proceso del deseo en acción, el deseo de seguridad, el deseo de certeza. Una mente que se encontrarse en un estado en que lo nuevo puede acontecer- sea ello la verdad, Dios o lo que os plazca-, sin duda debería dejar de adquirir, de acopiar; debería abandonar todo conocimiento. Una mente cargada de conocimientos no puede, de ninguna manera, comprender aquello que es real e inconmensurable. krisnhamurti