7 feb 2011

anatta

anatta es uno de los tres fundamentos del ser humano para los budistas, es un aspecto de la doctrina budista que defiende la no existencia de un Yo permanente en cada individuo. Según el budismo, la idea de sí mismo es una creencia falsa o imaginaria sin correspondencia con la realidad. La no existencia de un yo separado es a lo que en budismo se le denomina anatta.
En septiembre de 2009 estuve en un retiro de meditación con Dhiravamsa en A Ramallosa , Nigrán, cerca de Bayona.
A medida que el retiro avanzaba podía percibir como fruto de la meditación el estado de presencia y atención eran mayores.
Un día en la primera meditación de la tarde y por unos instantes tuve un insight un estado de asombro se apoderó de mi, solo duró unos segundos, podía percibir: No hay manu, Manu no existe como tal, no hay separación, soy una parte del todo. Fue una sensación increíble, como un flash, cuando quise agarrarlo se diluyó.
Fue tomar conciencia de que no hay nada separado, somos partes de un todo.
Doy gracias por ello.

cotobada


Hace unos años en una aldea de un pueblo de Galicia conocí a al señor Manolo de Cordas, un labrador que llevaba toda la vida cultivando las tierras y era buen conocedor de la zona.
Hombre entrañable, bueno, de mirada limpia y clara, impregnado de la sabiduría de la vida cotidiana, alababa la generosidad de la tierra y su vida estaba llena de agradecimiento a ella, por haberle permitido vivir:
- Tú solo haces tus labores y ella te da todo, te da fruto, alimento , agua , todo lo que necesites , te da vida , decía siempre; con admiración y respeto devocional hacia ella, pisándola como quién bajos sus pies siente un lugar sagrado.
Afable y gran contador de historias y realidades de la vida.
Un día caminando por los montes da Curota me preguntó, quieres saber como funcionaban antiguamente los caciques?
Por supuesto, me gustaría que me lo contases le contesté mirando sus ojos impregnados de rabia.
- Te voy a contar algo que le pasó a mi abuelo que también era labrador como yo, se llamaba Antonio.., Antonio de Cordas.
Mi abuelo Antonio y mi abuela María eran labradores y vivían de cultivar la tierra y de ella mantenían a sus seis hijos que a medida que iban creciendo también ayudaban en las labores del campo , todas las manos eran pocas para poder mantener a la familia, estamos hablando de principios del siglo XX. Mi abuelo Antonio era muy trabajador y buen jornalero , además de cultivar su tierra también trabajaba a jornal para otros cuando se lo solicitaban.Era difícil mantener a seis hijos viviendo solo de la tierra, pero en casa siempre había para comer. Un año , en 1911 , mi tía Juanucha cayó enferma de tuberculosis y necesitaba cuidados y medicinas que en aquellos momentos escaseaban y eran muy caras. En casa de mi abuelo no había dinero, solo vivían al día con lo poco que iban consiguiendo de la tierra.
Ante la desesperación , mi abuelo Antonio fue hablar con Don Germán .
Don Germán López y García del Álamo era el cacique del pueblo, muy rico y realmente el hombre más influyente de la zona. De trato campechano y cercano con sus paisanos, Don Germán se sentía orgulloso de ser el hombre más influyente del pueblo y de “ayudar “ a sus paisanos.
- Hola Don Germán , tenía que hablar con usted, porque tengo un problema.
- Hombre Antonio, que tal María y los chavales, como va la vida?
- Pues de eso precisamente quería hablarle Don Germán, tengo a Pilar la hija mayor con tuberculosis y está la cosa muy complicada, no tenemos dinero para poder pagarle un médico en Santiago y darle medicinas, estoy muy preocupado.
- Antonio, aún tienes Cotobada ? ( era el nombre de la única finca de mi abuelo Antonio), preguntó Don Germán conocedor de la respuesta porque no había nada en el pueblo que se le escapara.
- Sí, claro Don German, es de lo que vivimos de trabajar la tierra, no sé hacer otra cosa.
- Bueno, Antonio, entonces creo que podemos arreglar el tema, si quieres te puedo hacer un préstamo de Mil pesetas y pones como garantía Cotobada, dentro de un año me pagas Mil cien pesetas contando principal e intereses y te devuelvo la escritura de la finca y así puedes tener dinero para el médico de la niña y algo más para lo que puedas necesitar .
- Pero Don Germán , usted sabe que Cotobada vale por lo menos Diez Mil pesetas , porque José de Penisqueira vendió la Tarreixa que era una finca la mitad de Cotobada y peor ubicada y con más pendiente por ocho mil pesetas el año pasado.
Don Germán conocedor del valor real de Cotobada dijo:
- Antonio, pero tú me vas a devolver el dinero cuando se cumpla el plazo y yo te devuelvo la escritura de la finca, si necesitas algo más de dinero lo podemos hablar.
- Tiene razón Don Germán, dijo Antonio, con mil pesetas espero que nos podamos arreglar y poder pagárselas en el plazo convenido.
- Bueno, entonces traeme la escritura de propiedad de la finda, redactamos el documento y te llevas el dinero el próximo jueves, te parece bien? Dijo Don Germán con la seguridad de sentirse conocedor de que la necesidad de Antonio.
- Vale, el jueves paso entonces por su despacho , dijo Antonio también contento por saber que podría ayudar a su hija y que en el plazo de una año podría devolver tranquilamente las mil cien pesetas a Don Germán, era un buen acuerdo también para él .
Al llegar a casa el Sr.Antonio le dijo a María el acuerdo al que había llegado con Don Germán y ella se puso contenta porque la esperanza de recuperar a su hija iluminaba su rostro, era lo único que pensaba, que su hija se pusiera buena.
El jueves según lo acordado se firmó el contrato de préstamo en los siguientes términos:
En el lugar de Fondevila, término municipal de Riveira
Reunidos de una parte Don Germán López y García del Álamo, mayor de edad y vecino de este término municipal con documento de identidad número : 832.345, actua en su propio nombre y derecho en calidad de prestamista y de otra parte Don Antonio Cordas Laíño con documento de identidad número : 456.234 , actua en su propio nombre y derecho en calidad de deudor .
Acuerdan:
Que Don Germán le presta la cantidad de Mil Pesetas a Don Antonio por el plazo de un año .
Don Antonio Cordas se compromete a pagar antes del día 8 de Febrero de 1912 la cantidad de Mil Cien Pesetas en concepto de devolución de principal e intereses a Don Germán López y García del Álamo; que como garantía del préstamo Don Antonio Cordas Laíño aporta la escritura de propiedad de la finca Cotobada cuya descripción es la que sigue:
Finca a labradío , prado y monte , sita en el lugar de Sidreiras, de cabida veintiocho ferrados, y tres cuncas y cuyos linderos son ; al Norte: Finca de Don Germán López y García del Álamo, Sur: Finca de Don Germán López y García del Álamo, Este; Río Ameneiro y Oeste : Parcela cerrada sobre sí propiedad de Don Germán López y García del Álamo.
Que si en la fecha indicada del 12 de febrero del año 1912 el Sr.Antonio Cordas Laíño no entrega la cantidad indicada de Mil Cien Pesetas a Don Germán López y García del Álamo, éste pasará a ser propietario de la citada finca Cotobada.
Así lo aceptan y firman en el lugar arriba indicado a día 7 de Febrero de 1911 en el momento en el que el Sr.Antonio Cordas recibe la cantidad de Mil pesetas de Don Germán López y García del Álamo, sirviendo este documento como la más fiel y garante carta de pago.
Fdo: Antonio Cordas Fdo:Germán López
La mano firme y agradecida de Don Antonio se extendió y se ofreció a la temblorosa de Don Germán y con ese apretón se cerraba el acuerdo.
Antonio se apresuró a su casa para entregarle el dinero a su mujer para poder hacer todo lo necesario para llevar a su hija al médico si todavía no era demasiado tarde.
Pasaban los días y la hija de Antonio y María no mejoraba ni respondía al tratamiento, murió de tuberculosis once semanas después de haberse firmado el documento.
Al cabo de varios meses la vida seguía su curso y Antonio y sus otros hijos trabajaban la tierra como lo habían hecho toda su vida,
En el mes de octubre de 1911, meses antes de lo acordado, Antonio ya tenía las mil cien pesetas para devolverle a D.Germán.
- Hola Don Germán, dijo Antonio le traigo las Mil cien pesetas para saldar la deuda que tengo con usted.
- Siento lo de tu hija Antonio.
- Así es la vida Don Germán, la tuberculosis se lleva a mucha gente en estos tiempos, no pudimos hacer nada más, comentó con resignación y con humedad en sus ojos.
- Aquí tiene sus mil cien pesetas, y muchas gracias por lo que ha hecho por mí, le estaré siempre agradecido Don Germán, muchas gracias.
- A mandar Antonio, para eso estamos. Pero mira hombre, no me devuelvas el dinero , porque todavía faltan varios meses y si lo necesitas para cualquier cosa no tienes porque volver a pedírmelo, además te va a costar lo mismo devolvérmelo ahora que en el plazo indicado, llévatelo y ya me lo devolverás en la fecha acordada.
- Muchas gracias Don Germán, agradezco su ofrecimiento pero mira, ya tengo el dinero y prefiero pagárselo ahora, estaré mucho más tranquilo y ahora tengo el dinero.
- Como quieras, pero mira, si te lo quedas, lo sigues teniendo y llegado el momento me lo devuelves y todo arreglado, siempre puede surgir algún imprevisto, y ahí está.Hazme caso Antonio, llévatelo. Yo no lo necesito ahora y tú a lo mejor sí. Vuelve cuando quieras y no vengas a pagarme hasta el día que día del vencimiento , no te preocupes.
- Bueno, gracias Don Germán, le estoy muy agradecido.
Antonio salió de allí con las mil cien pesetas y al llegar a casa se las dio a María para que las guardara sabiendo que no las volvería a tocar hasta el día del pago, que se las llevaría a Don Germán para saldar su deuda y recuperar la escritura de Cotobada.
Cuando llegó el día 12 de febrero del 1912 , a las ocho de la mañana Antonio estaba en la oficina de Don Germán a primera hora , llevaba las mil cien pesetas en una bolsa de tela en la mano agarradas como una madre a su hijo recién nacido. Cuando entró en la oficina allí estaba un empleado que le dijo a Antonio.
- Hoy Don Germán está de viaje, no vendrá hasta la semana que viene, ha tenido que irse ayer por la noche por unos asuntos a Madrid.
- Bueno, pues aquí tengo el dinero para saldar su deuda que vence hoy y para llevarme la escritura de la finca que puse como garantía.
- Lo siento, pero eso solo lo puede hacer Don Germán, yo no tengo poder para saldar esa deuda y no estoy autorizado a hacerlo, la semana que viene estará por aquí Don Germán , vuelva usted el miércoles y lo arreglará con él.
Antonio se fue a casa y le comentó a María lo que había pasado y no estaban muy tranquilos, pues sabían de la fama de Don Germán , que siempre tenía buenas palabras pero su sangre se helaba cuando había negocios por medio.
Esa semana de espera se hizo larga interminable.
El día de la vuelta de Don Germán, Antonio estaba allí a primera hora.
- Hola Antonio, le dijo Don Germán cuando lo vió , como va todo.
- Vengo a saldar la deuda .
- Pero el plazo venció la semana pasada Antonio, la deuda ya está saldada, precisamente ayer fui al Registro de la Propiedad a registrar Cotobada a mi nombre como acordamos en el contrato porque el plazo ya venció y no pagaste tu deuda.
El corazón de Antonio se heló de repente y la ira salía de sus ojos.
- Pero Don Germán, eso no puede ser, yo estuve aquí el día del vencimiento y usted sabe que en repetidas ocasiones yo quise pagar la deuda y usted no me lo permitió , me dijo que no habría problema.
Era práctica común en aquella época entre los caciques no estar disponibles el día de los vencimientos de los contratos.
- Lo siento Antonio, pero un trato es un trato , y los documentos están para cumplirlos. Pero no te preocupes , porque podrás seguir usando y trabajando Cotobada , te la arrendaré a cambio de la mitad del grano que obtengas cada año y en el fondo es como si fuera tuya, quizás mejor todavía, porque no tendrás ni que pagar la contribución ni ningún impuesto.
La humedad en los ojos de Antonio se hacía más visible y su ira se iba transformando en resignación.

- Pero no hay nada que pueda hacer para recuperar Cotobada Don Germán? La finca fue de mi padre, de mi abuelo, viene de siempre de mi familia. Preguntó Antonio, dándose cuenta de que el cacique lo había engañado como a tantos otros en el pueblo.
- Pero Antonio, si en realidad es como si fuera a seguir siendo tuya, la vas a trabajar y puedes seguir viviendo de ella tú y tus hijos en el futuro también.
La resignación a recuperar Cotobada ya se había instalado en Antonio, y ya solo pensaba en sacar las mejores condiciones posibles en el arrendamiento.
- Don Germán , no puedo pagar la mitad de la cosecha, no podríamos vivir con la mitad restante.
Los labios de Don Germán ya adquirían la forma de sonrisa, consciente de su poder y de que su objetivo era una realidad.
- Por favor Don Germán, quizás pudira pagarle con un tercio del grano y de la cosecha de cada año, sugirió Antonio con voz tenue y temblorosa.
- Que buen negociante eres, vale , de acuerdo, tú ganas dijo con ironía D.Germán.
Antonio parecía incluso sentirse contento y agradecido hacia Don Germán por el buen acuerdo que había conseguido en el arrendamiento; parecía que la resignación se había transformado en alivio como cuando el médico te dice que lo que tienes puede ser un cáncer y al final te dicen que es una simple infección.
- Esta es la historia de mi abuelo, pero también es la historia de nuestro pueblo, es la historia del ser humano , me dijo el Sr.Manolo de Cordas con lágrimas en los ojos…
Y levantando el dedo índice me señaló:
- Ves aquella finca cerrada con muro de piedra y con la casa en el medio? Me preguntó
- La que linda con el Río? , pregunté.
- Sí, la que linda con el río,pues aquella finca es Cotobada, se la compré a los nietos de Don Germán hace veinte años y todas las demás suyas que tenía alrededor. Dilapidaron todo el patrimonio de la familia malvendiéndolo entre todos los hermanos, y es que lo que fácil se gana, fácil se pierde.
- Ahora tres nietos del Sr.Germán trabajan para mi hijo en el aserradero y son como de la familia, se llevan muy bien con nosotros y los queremos mucho, tuvimos que ayudarlos para que no les embargaran la casa y viven dignamente de su trabajo, aunque lo pasaron mal durante tiempo.
- Ven , te la voy a enseñar y la recorremos entera y luego hacemos un café al lado del fuego.
- Gracias Sr.Manolo, dije sintiendo como mío su orgullo.
- Sabes? , Cuando el ser humano se dará cuenta de que todo se queda aquí? Que no nos podemos llevar nada de esta vida? Todo lo que tenemos es para nuestro disfrute y para vivir, pero no podemos poseer nada. La Tierra nos regala todo cada día, pero no podemos poseerla, ella lo sabe, pero nosotros , a veces, nos olvidamos y creemos que un papel nos hace dueños de algo. Solo podemos disfrutarlo y obtener su fruto, no hay nada que podamos poseer.

Lo miré a los ojos y percibí como mi cuerpo se extremecía , mi pecho se agrandaba y sentía danzar a las células dentro de mí.
Me miró,me cogió del hombro y caminamos hacia Cotobada.
Cotobada es un lugar real con un río hermoso, pero sobre todo es un lugar en el corazón humano, el lugar donde reside el amor, el lugar desde donde el ser humano se entrega a la vida, se rinde ante ella y la honra.




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