Hace años escribí esta reflexión. Leyendo ahora tu blog creo que se la puede traer a escena.
Como un espejo. Pulir mi espíritu como un espejo, al punto de que todo en él se refleje. Que ninguna imperfección deje sitio para que en ella se sujete algo que no sea imagen del exterior. Dentro nada. Limpia y refulgente quiero mi mente. Ningún asidero a la persona, al ser que reclama su sitio en el mundo. Y así solo tienen presencia el espejo y el mundo que en él se refleja. Pero, si acaso apago la luz, ya no quedan ni mundo ni espejo ni espíritu ni mente ni nada. En verdad me importa muy poco que digan de mí que soy un hombre vacío. Salud. Biyeidi
Hace años escribí esta reflexión. Leyendo ahora tu blog creo que se la puede traer a escena.
ResponderEliminarComo un espejo. Pulir mi espíritu como un espejo, al punto de que todo en él se refleje.
Que ninguna imperfección deje sitio para que en ella se sujete algo que no sea imagen del exterior.
Dentro nada. Limpia y refulgente quiero mi mente.
Ningún asidero a la persona, al ser que reclama su sitio en el mundo.
Y así solo tienen presencia el espejo y el mundo que en él se refleja.
Pero, si acaso apago la luz, ya no quedan ni mundo ni espejo ni espíritu ni mente ni nada.
En verdad me importa muy poco que digan de mí que soy un hombre vacío.
Salud.
Biyeidi